Los avalúos son herramientas extremadamente útiles que con frecuencia son subutilizadas debido al desconocimiento. Muchas empresas y particulares ignoran en qué podrían beneficiarles determinar el valor de un bien específico.
En realidad, cualquier avalúo puede tener muchos usos, ya que puede servir desde el simple hecho de contar con el conocimiento del valor real de un bien determinado, hasta entender cómo ese bien puede representar beneficios futuros para quien lo posee. Además, un avalúo proporciona la información necesaria para asegurar los bienes de forma adecuada, realizar una distribución informada de estos al elaborar un testamento, obtener un precio justo si se desea vender, entre otros beneficios.
Un avalúo requiere un proceso que sirve para estimar el valor del bien, generalmente para determinar la medida de su poder de cambio en unidades monetarias a una fecha determinada. A partir de esta determinación, se emite un dictamen técnico en el que se informa el valor del bien a partir de sus características. Este dictamen puede tomar en consideración aspectos físicos, ubicación, uso, y un análisis del mercado, entre otros factores.
El proceso de avalúo implica: